La tarta que os proponemos hoy es posiblemente la primera tarta de la que tengo memoria en mi casa. Era de esas que se hacía para el día de la fiesta del pueblo y que todo el mundo esperaba con muchas ganas, especialmente mi padre, a él le encantaba.
Lo cierto es que además de recordarle, esta tarta me ha hecho pensar que tanta variedad de tartas, tantos sabores, tantas técnicas nuevas, nos han hecho olvidar las recetas clásicas como esta.
Así que desde este pequeño rinconcito, hoy quiero reivindicar el valor de esas recetas que pasan de generación en generación.
Y qué mejor momento para hacer la tarta de almendra que para el cumpleaños de mi hermano:
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre (en este caso, hecho en casa)
250 gramos de almendra tostada y molida
250 gramos de azúcar
3 huevos
Ralladura de limón
1 chorro de coñac
Canela
1 pocillo de azúcar
1 pocillo de agua
Merengue para adornar
Lo primero es forrar el molde en el que haremos la tarta. Como lo vamos a hornear solo, lo pinchamos y cubrimos con garbanzos u otra legumbre para evitar que suba demasiado. Lo metemos al horno a 200º y no nos iremos muy lejos, vigilamos para que no se haga demasiado. Esto es importante: debemos sacarlo a media cocción (el tiempo dependerá de cada horno)
Mientras tanto, mezclamos la almendra con el azúcar, vamos añadiendo la ralladura de limón, las yemas y el chorrito de coñac. Una vez bien mezclado incorporamos con cuidado las claras batidas a punto de nieve.
Sacamos el hojaldre del horno, retiramos las legumbres y recortamos los bordes para igualarlos. Vertemos la mezcla de almendra y volvemos a meter al horno a 200º. Una vez más, el tiempo de cocción dependerá de cada horno, calculad entre 15 y 20 minutos. Lo mejor es que pinchéis el interior con la punta de un cuchillo, cuando salga limpio, la podéis sacar. A mí me gusta que quede jugosa.
Fuera del horno, se espolvorea con canela y una vez fría, la
bañamos con un almíbar hecho con un pocillo de agua y otro de azúcar.
Dejamos que se empape bien y adornamos con merengue.
Espero que la probéis, ya veis que no hay dificultad.
Una receta clásica y muy rica
Esta sí que es una tarta rica y además os ha quedado bien bonita. Felicicdades al cumpleañero y a las pasteleras.
ResponderEliminarq pintaza !!!! manda un trozo para la merienda !!! jajjaa besos
ResponderEliminarDí que sí, quue los sabores tradicionales no se deben olvidar.
ResponderEliminarEsta te aseguro que le encantaría a mis padres
Besitos
Tiene que estar riquísima.... y encima de almendras....Tienes razón las recetas tradicionales son las mejores y no se deben olvidar...
ResponderEliminarBtos
Os ha quedado una tarta fantástica!!!! Y teneis razón, la tarta de almendra es muy típica en las fiestas de los pueblos. En casa de mis suegros se hace todavía el roscón de almendra para esas fechas y nada mejor que lo tradicional! Y felicidades al cumpleañero. Biquiñosssss
ResponderEliminarq pintaaaa
ResponderEliminarMenuda tarta!! es sencilla y solo es verla y saber que tiene que estar muy buena. bss
ResponderEliminarPues me sumo a esa reivindicación. No podemos dejar que se pierdan las recetas de siempre. Felicidades a ti por hacerla y a tu hermano por su cumple. Besicos.
ResponderEliminarEsta tarta me acaba de recordar mis fiestas en el pueblo, siempre hubo una tarta de almendra de postre. Lástima no poder seguir disfrutándola con toda la familia.
ResponderEliminarMe ha encantado volver a verla y, sobre todo, saber cómo se hace para sorprender alguna vez a mis padres.
Un abrazo.
Dí que sí chiquilla, tu hermano quedaría encantado hija mía, ese corte se ve bien rico..ummm
ResponderEliminarUmmm un clásico absolutamente delicioso!!
ResponderEliminar