miércoles, 20 de mayo de 2015

CHARLOTA DE ARÁNDANOS Y FRAMBUESAS


Hoy estamos de cumpleaños, toca soplar velas ¿cuántas? pues ni más ni menos que ¡tres! Esos son los añitos que cumple Desafío en la cocina, un grupo con el que hemos ido descubriendo recetas de medio mundo y mucha gente estupenda.
Y como no hay cumpleaños sin tarta, hoy toca llenar la red de Charlotas. Una tarta francesa que se reconoce rápidamente por ir forrada de bizcochos, en su interior lleva básicamente cremas tipo mousse o bavarois. A pesar de relacionarla siempre con Francia la charlota tiene su origen en Inglaterra y en sus inicios el interior era una compota de manzanas aromatizada con limón y canela.
Hoy en día existen muchas variantes de charlotas, mi propuesta para este cumpleaños, ha sido por los frutos rojos: arándanos y frambuesa. Y como la ocasión, lo requiere, también he hecho los bizcochos de soletilla.


Ingredientes para la tarta:

150 g de puré de arándanos
7 g de gelatina en hojas
45 g de azúcar
250 g de nata
Mermelada de frambuesa
Láminas finas de bizcocho de la base (pueden servir los mismos de soletilla que usamos para los laterales)

Empezamos preparando el aro en el que vamos a moldear la tarta, yo he usado uno de 16 cm. Lo ponemos sobre una bandeja o un plato que hayamos forrado con film y lo metemos al congelador a enfriar.
Poner a hidratar en agua fría 5 g de gelatina (los dos gramos restantes, los usaremos para la capa superior de la tarta)
Lavar los arándanos y triturarlos con una batidora para conseguir una textura similar a un puré. Calentar la mitad de ese puré y disolver en el la gelatina ya hidratada y escurrida. Añadir el azúcar y mezclar bien, cuanto se haya disuelto por completo, añadimos el resto del puré.
Montamos la nata, no en exceso, es preferible que quede semimontada y la añadimos con cuidado y con movimientos envolventes a la mezcla de arándanos.
Vertemos una parte de la mezcla sobre el aro que teníamos en el congelador, cubrimos algo menos de la mitad y dejamos que congele unos minutos. Cuando veamos que empieza a endurecer lo sacamos y con ayuda de una manga hacemos un cordón circular de mermelada de frambuesa a unos 4 cm del borde del aro. Cubrimos con cuidado con el resto de la mezcla de arándanos hasta cubrir el aro. Cubrimos la superficie con láminas finas de bizcocho. Hay que tener en cuenta que estamos montando la tarta al revés, es decir, que esta capa de bizcocho que acabamos de colocar, será la base cuando le demos la vuelta.
Metemos nuevamente a congelar.


Antes de descongelarla, preparamos la capa de gelatina de frambuesa con la que vamos a cubrir la tarta: hidratamos 2 gramos de gelatina en hojas en agua fría. Mientras, ponemos cuatro cucharadas de azúcar y una de agua a calentar, revolviendo para mezclar. Cuando esté caliente, añadimos la gelatina escurrida. Dejamos que baje un poco de temperatura y sacamos la tarta del congelador.
Para desmoldarla, le damos la vuelta sobre la bandeja en la que la vamos a presentar y tiramos suavemente del aro hacia arriba. Cubrimos la parte superior de la tarta con la gelatina de frambuesa y colocamos los bizcochos de soletilla alrededor de la tarta. Yo los he cortado a la mitad, para que no quedasen demasiado altos.

Ingredientes para los bizcochos de soletilla:

3 huevos medianos
80 g de azúcar
80 g de harina

Batir las claras con el azúcar hasta que estén bien montadas, añadir entonces las yemas. Incorporar por último la harina tamizada integrándola en la mezcla con una espátula, con movimientos envolventes.
Colocamos la mezcla en una manga con boquilla lisa y hacemos tiras de unos 12 cm sobre un papel de horno. Yo los he hecho en un molde microperforado especial para eclairs y así he conseguido que quedasen todos con la misma forma.
Se espolvorean con azúcar y se hornean a 190ºC durante unos15 o 20 minutos, hasta que estén dorados.
Yo quería unos bizcochos de soletilla blanditos, pero si queréis que os queden duros, dejadlos enfriar fuera del horno y luego, volved a meterlos al horno unos 5 minutos más.



Puede parecer una elaboración complicada, pero no os asustéis, no lo es tanto. Si os organizáis bien, no tendréis problema para hacerla.
Y ahora, lo mejor que podeis hacer es echar un vistazo a todas las charlotas de este tercer aniversario de Desafío en la cocina. Pinchad AQUÍ

domingo, 10 de mayo de 2015

SALSA DE TOMATE #aquihaytomateTS



Dicen que previene el cáncer y adelgaza. Es fuente de vitamina C, E y de carotenos como el licopeno, que le otorgan altas propiedades antioxidantes. A todas esas virtudes, hay que sumar que es la hortaliza más consumida por los españoles y por tanto, uno de los productos más usados en la cocina española. El tomate es este mes protagonista del recopilatorio de La Cocina Typical Spanish.
Y que preparación puede haber más básica en la cocina tradicional española que la salsa de tomate casera.
 
Ingredientes:

6 tomates (en este caso tipo pera)
1 cebolla
1 diente de ajo
sal
aceite de oliva

Picar el ajo y la cebolla y poner a pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando esté a medio rehogar, añadir el tomate picado en trozos y dejar que se haga a fuego lento. Añadir sal y pasar por el pasapuré.
Ya tendremos lista para consumir una salsa de tomate que podrá acompañar perfectamente cualquier plato, desde los más básicos como la pasta o el arroz hasta las preparaciones más elaboradas.

 
¡A disfrutarla! Y ahora, echad un vistazo al recopilatorio de #aquíhaytomateTS



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