SOLOMILLO WELLINGTON CON SALSA DE ARÁNDANOS

Ya es día 20. Eso quiere decir que llega un nuevo desafío en la cocina.
Esta vez, las desafiadoras han sido las hermanas Camilni (Carmen, Mila y Nina) y aunque nos han tomado un poco el pelo a la hora de de dar a conocer su propuesta, lo cierto es que nos han planteado una receta de esas conocidas, pero que muchas todavía no habíamos hecho. Al menos, ese es mi caso. El desafío de este mes de Septiembre, es Solomillo Wellington, la salsa la han dejado a nuestra elección.
Yo he elegido una salsa de arándanos, que va a la perfección con la carne.

A continuación os cuento todo:  

Ingredientes:

1 solomillo de cerdo
1 plancha de hojaldre
1 loncha de jamón
2 lonchas de cecina
1 manzana
cebolla caramelizada
sal y pimienta
huevo batido

Para la salsa:

150 gramos de arándanos
1 cuharada de mantequilla
3 cucharadas de azúcar
1 vaso de Pedro Ximénez

Ponemos a caramelizar la cebolla (la echamos en un cazo con un poco de azúcar y un chorrito de vinagre de módena y dejamos que se vaya reduciendo) Cuando ya esté lista, añadimos la manzana cortada en rodajas para que se impregne bien.
Lo primero que debemos hacer es salpimentar la pieza de solomillo y sellarla. Para ello ponemos al fuego una sartén con un poquito de aceite, cuando esté bien caliente, metemos la carne para que simplemente se dore por fuera, es decir vuelta y vuelta.
Extendemos la plancha de hojaldre, colocamos en el centro una loncha de jamón y encima ponemos el solomillo. Encima de este, colocamos las rodajas de manzana y la cebolla caramelizada y tapamos con las lonchas de cecina.
Tapamos el solomillo con el hojaldre, procurando que los bordes queden bien cerrados, nos ayudaremos mojándolos con un poco de agua. Yo le he hecho una trenza para tapar el empate de la pasta y que sirva de adorno.
Pintamos con huevo batido y pinchamos en varios sitios con la punta de un cuchillo. Metemos al horno precalentado a 180º unos 20 minutos.

Mientras se hornea, hacemos la salsa: ponemos los arándanos con dos cucharadas de agua en un recipiente al fuego. Añadimos el azúcar y dejamos que se vayan haciendo a fuego lento. Añadimos la cucharada de mantequilla y el Pedro Ximénez. Dejamos que se reduzca y cuando empiece a espesar, trituramos con la batidora de mano.

Listo para comer!! Una receta muy lucida y sabrosa que ha llegado a nuestra mesa gracias a las hermanas Camilni.
No os perdáis las demás versiones del solomillo Wellington del resto de participantes en el desafío. Para verlas todas, pinchad aquí




Y el próximo 20 de octubre, un nuevo Desafío, solo sabemos que... será dulce ...