La Panna cotta es un postre italiano, típico de la región del Piamonte y que podemos traducir literalmente como nata cocida. Y es que en eso consiste básicamente su elaboración, en cocer durante unos minutos la nata con azúcar y normalmente gelatina, para que le aporte su consistencia cremosa característica. Se puede aromatizar y variar con casi tantos sabores como se nos ocurran.
Es un postre perfecto: fácil, rápido y muy suave.
En esta ocasión es de limón y no necesita gelatina. La receta es de mi amiga Esther, de Directo al Paladar y os aseguro que si la probáis, repetiréis. Para acompañarla, yo he hecho un coulis de arándanos frescos, que le va muy bien.
Ingredientes para 5 vasitos:
500 g de nata 35% m.g.
120 g de azúcar
60 g de zumo de limón
ralladura de 1 limón
Para el coulis de arándanos:
100 g de arándanos frescos
10 g de agua
25 g de azúcar
Ponemos a hervir la nata con el azúcar, removiendo de vez en cuando para que el azúcar se vaya disolviendo. Una vez que rompa a hervir, bajamos un poco el fuego y dejamos que hierva tres minutos. Retiramos del fuego, añadimos el zumo de limón y la ralladura y dejamos que repose unos 10 minutos. Colamos y vertemos en los vasitos de servir. Dejamos que enfríe, y metemos en la nevera como mínimo 4 horas para que cuaje.
Para el coulis, lavamos los arándanos y los ponemos en un cazo con el agua y el azúcar. Dejamos en el fuego unos 10 minutos, removiendo con una cuchara, a la vez que vamos aplastando la fruta. Pasamos por la batidora para que quede más fino y ponemos un par de cucharadas en cada vasito, cuando la panna cotta ya esté cuajada.
Que panna cotta tan buena, seguro que los arándanos le daban un toque de sabor genial. Y me encanta la presentación en esos tarritos ;). Un beso!
ResponderEliminarwww.laurillafondant.blogspot.com
Que rica!!
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