Sí lo sé, soy consciente de que el hígado no lidera precisamente el
ránking de platos preferidos. Pero a mí me gusta, es de cerdo y esta es
una receta de las de toda la vida. Razones más que suficientes para que
el hígado encebollado forme parte del recopilatorio de recetas con cerdo
de La Cocina Typical Spanish.
Y
es que ya lo dice la sabiduría popular, del cerdo se aprovechan hasta
los andares. En Asturias este plato se comía tradicionalmente el día de
la matanza del gocho (cerdo). Los tiempos han cambiado y las matanzas ya
no estan permitidas en casa, pero yo recuerdo perfectamente cómo eran
esos tres días en los que toda la familia trabajaba para abastecerse de
carne durante el año: jamones, lacones, chorizos, morcillas, solomillo,
etc, etc.
El gocho se mataba por la mañana temprano, los hombres
se encargaban de despiezarlo y las mujeres de preparar todo lo necesario
para hacer por la tarde las morcillas. La cocinera, mi madre en este
caso, preparaba para la hora de comer el hígado encebollado. Como podéis
imaginar, imposible tomarlo más fresco.
Hoy en día, no es fácil
encontrar hígado de cerdo en la carnicería, normalmente hay que pedirlo
por encargo, para garantizar su frescura.
Ingredientes:
1/2 kilo de hígado de cerdo troceado
2 cebollas
aceite de oliva
ajo
sal
pimentón
perejil
un chorrito de vino blanco
1 hoja de laurel
Adobamos
el hígado troceado con ajo picado y sal y lo reservamos. Ponemos a
pochar la cebolla en una cazuela con aceite de oliva. Dejamos que se
haga despacio y añadimos un poco de perejil picado.
Cuando esté
bien hecha, añadimos el hígado, lo rehogamos y añadimos media
cucharadita de pimentón y un chorrito de vino blanco. Dejamos que se
haga unos cinco minutos y servimos cuanto antes.
Podemos servir
con arroz blanco o patatas fritas, o acompañado de una buena ensalada.
Estaremos tomando una dosis extra de hierro, fósforo zinc y vitaminas.
En definitiva, un plato fácil, barato y muy nutritivo.
Y si queréis más ideas para cocinar con cerdo, aquí tenéis el recopilatorio de recetas con cerdo de La Cocina Typical Spanish
Pues mira, a mi si me gusta aunque no lo como tan a menudo. Recuerdo de niña que nos daban por aquello del hierro y es una de esas carnes que ha desaparecido de nuestras dietas sin saber muy bien por que...porque rico esta! Tiene una pinta estupenda! Un besito
ResponderEliminarA mí me lo daban de pequeña pero nunca le he acabado de coger el punto, quizás cocinado de otra forma diferente a como lo hacía mi madre podría gustarme. Este tuyo por ejemplo tiene muy buena pinta en la foto :)
ResponderEliminarBesos
Asi lo hizo siempre mi madre y ahora tambien yo, en casa solo lo comemos en la matanza porque aunque compre un trozo y lo haga no sabe igual, y estos no lo quieren, pero a todos nos encanta, besos
ResponderEliminarHuy, Patri, has dado con uno de mis puntos flacos. Yo no como hígado por convicción más que porque no me guste. Seguro que cuando las matanzas en casa el animal estaba alimentado con otras cosas, pero hoy en día... Y en el hígado se depositan todas las toxinas. Ojalá hubiera podido probar el de tu madre hace años, seguro que era otro cantar.
ResponderEliminarPatri a mi me pasa como a Vero, que no como higado, aunque mas que por conviccion como ella a mi es porque no me gusta pero fijate si tiene buena pinta ese plato que no me importaria probarlo, seguro que cambiaba de opinion. Un beso guapa :)
ResponderEliminarUna pinta buenísima, a mi no me gusta pero a mi maridó le encanta sobre todo cuando es de matanza casera, te cojo la receta para probar.
ResponderEliminarBesos cris y Laura.