Esta es una versión diferente de la clásica tarta milhojas. Es una de las preferidas de mi hermana, así que para su cumpleaños intenté echarle un poco de creatividad y este ha sido el resultado. Para ir preparando el paladar para la Navidad, el turrón es uno de los ingredientes básicos de este postre, lo hemos acompañado de una crema aromatizada con haba tonka y unos barquillos de turrón.
Ingredientes:
3 planchas de hojaldre
1 sobre de Flanín
4 vasos de leche
5 cucharadas de azúcar
Haba tonka
1 tableta de turrón
300 ml de nata para montar
1 sobre de preparado para Cuajada
Barquillos rellenos de turrón
Para la cobertura: 200 gramos de chocolate, 4 cucharadas de azúcar glass, 1 cucharadita de agua. 150 gramos de mantequilla, 300 gramos de azúcar glass y canela
Horneamos de una en una cada plancha de hojaldre. Antes de meterlas al horno las pinchamos con un tenedor para evitar que suban en exceso. Las dejamos enfriar sobre una rejilla y las reservamos.
Montamos bien la nata con una cucharada de azúcar. Con cuidado añadimos la tableta de turrón desmenuzada.
Por otro lado, echamos en un cacito medio vaso de leche, cuando empiece a hervir añadimos el sobre de cuajada previamente disuelto en otro medio vaso de leche. Removemos hasta que vuelva a hervir y lo retiramos del fuego. Incorporamos esta mezcla poco a poco a la crema de turrón y nata y dejamos enfriar en la nevera.
Para hacer la crema pastelera, seguimos las instrucciones del fabricante, utilizando 3 vasos de leche, 4 cucharadas de azúcar y la ralladura de haba tonka.
Cuando la crema pastelera haya enfriado y la de turrón haya ganado consistencia, montamos la tarta:
sobre una base de hojaldre repartimos uniformemente la crema pastelera, sobre ella colocamos horizontalmente los barquillos de turrón. Colocamos otra capa de hojaldre, sobre ella la crema de turrón y finalizamos con la tercera capa de hojaldre.
Para adornarla, fundimos el chocolate en el microondas y lo extendemos sobre la capa superior de hojaldre. Mezclamos cuatro cucharadas de azúcar glass con un poco de agua y revolvemos bien para conseguir una glasa blanca con la que formaremos unas líneas finas sobre el chocolate. Con un palillo arrastramos de arriba a abajo, formando el dibujo.
Con ayuda de la manga pastelera, decoramos los laterales con el buttercream (batimos bien el azúcar con la mantequilla y un poco de canela molida para darle color).
Es preferible prepararla de un día para otro.
Eso sí, la previsión era hacer una tarta pequeña, pero con estas cantidades ha salido bastante grande. Tenedlo en cuenta si la hacéis, es bastante consistente, así que, mejor raciones pequeñas....