martes, 19 de agosto de 2014

HELADO DE MENTA Y CHOCOLATE


Menta y chocolate. Una combinación estupenda llevada a la heladera siguiendo la receta de mi amiga Pilar de Per sucar-hi pa.


Ingredientes:

250 cc de leche
200 ml de nata (35% mg)
4 yemas de huevo
100 g de azúcar
3 cucharadas de azúcar invertido (yo lo sustituí por miel)
100 gramos de cobertura de chocolate al 75%
hojas de menta (al gusto)

Calentamos la leche y el azúcar invertido o la miel, hasta que hierva. Añadimos las hojas de menta picada y retiramos del fuego dejando que infusione.
Batimos bien las yemas con el azúcar e incorporamos la nata y un poco de la leche infusionada, mezclando bien.
Volvemos a poner el cazo de la leche y la menta al fuego, manteniéndolo bajo para que no llegue a hervir. Echamos poco a poco la mezcla de las yemas sin dejar de remover hasta conseguir una crema ligera.


Retiramos del fuego y dejamos enfriar en la nevera, por lo menos 12 horas. Pasado ese tiempo colamos la crema para retirar las hojas de menta y vertemos en heladera, manteniéndolo unos 40 minutos. A mitad del proceso, añadimos el chocolate picado en trocitos pequeños.
Conservar en el congelador hasta el momento de servir.

Yo he usado hojas de una planta de menta cubana, que no proporciona demasiado color. Si queréis un helado verde, podéis añadirle unas gotas de colorante a la crema una vez que la retiráis del fuego para dejarla reposar.

miércoles, 13 de agosto de 2014

PANNA COTTA DE LIMÓN Y ARÁNDANOS


La Panna cotta es un postre italiano, típico de la región del Piamonte y que podemos traducir literalmente como nata cocida. Y es que en eso consiste básicamente su elaboración, en cocer durante unos minutos la nata con azúcar y normalmente gelatina, para que le aporte su consistencia cremosa característica. Se puede aromatizar y variar con casi tantos sabores como se nos ocurran.
Es un postre perfecto: fácil, rápido y muy suave.


En esta ocasión es de limón y no necesita gelatina. La receta es de mi amiga Esther, de Directo al Paladar y os aseguro que si la probáis, repetiréis.  Para acompañarla, yo he hecho un coulis de arándanos frescos, que le va muy bien.

Ingredientes para 5 vasitos:

500 g de nata 35% m.g.
120 g de azúcar
60 g de zumo de limón
ralladura de 1 limón

Para el coulis de arándanos:

100 g de arándanos frescos
10 g de agua
25 g de azúcar

Ponemos a hervir la nata con el azúcar, removiendo de vez en cuando para que el azúcar se vaya disolviendo. Una vez que rompa a hervir, bajamos un poco el fuego y dejamos que hierva tres minutos. Retiramos del fuego, añadimos el zumo de limón y la ralladura y dejamos que repose unos 10 minutos. Colamos y vertemos en los vasitos de servir. Dejamos que enfríe, y metemos en la nevera como mínimo 4 horas para que cuaje.

 
Para el coulis, lavamos los arándanos y los ponemos en un cazo con el agua y el azúcar. Dejamos en el fuego unos 10 minutos, removiendo con una cuchara, a la vez que vamos aplastando la fruta. Pasamos por la batidora para que quede más fino y ponemos un par de cucharadas en cada vasito, cuando la panna cotta ya esté cuajada.

domingo, 10 de agosto de 2014

TARTA SACHER #TSviajero

Durante los meses de verano, La Cocina Typical Spanish, nos ofrece un viaje gastronómico. Ocasionalmente dejamos a un lado las recetas tradicionales españolas para fijarnos en recetas de otros países que nos hayan marcado especialmente, bien por haberlas probado o porque siempre hemos querido hacerlas.


 Yo hoy os propongo un viaje a Austria, para degustar la famosa Tarta Sacher. No he tenido el placer de visitar Viena, pero sí he tenido la suerte de que me hayan traído especialmente de allí, del mismísimo Hotel Sacher, la original Sacher-Torte. Ya os advierto que mi receta no está igual de buena, pero es perfecta para los chocoadictos como yo.

Antes de ir con ella, un poco de historia: nos trasladamos a 1832. El chef de la corte del Príncipe de Metternich enfermó y tuvo que ser su ayudante, el joven Franz Sacher, quien con tan solo 16 añitos, preparase un postre para unos invitados especiales. Ese postre fue la tarta Sacher que encandiló a los comensales. Durante años el Hotel Sacher y la Pastelería Demel pleitearon por la autoría de la tarta, ganando los primeros, que guardan celosamente la receta original.


Ingredientes:

100 g de almendra en polvo
180 g de azúcar glass
20 g de agua
140 g de yemas
200 g de claras
125 g de azúcar en grano
65 g de mantequilla
65 g de cacao en polvo
70 g de harina
160 g de mermelada de albaricoque
200 g de cobertura de chocolate negro
200 g de nata (35% m.g.)

Montamos las claras con el azúcar en grano y reservamos.
Aparte, mezclamos bien la almendra en polvo, con el azúcar glass, el agua y las yemas. Añadimos la mantequilla derretida, incorporamos con cuidado las claras y por último la harina y el cacao, tamizados.
Vertemos en un molde redondo engrasado y horneamos a 180ºC durante aproximadamente 40 minutos.
Cuando el bizcocho esté frío, lo abrimos en dos capas y rellenamos con la mermelada de albaricoque.
Para hacer el glaseado, ponemos a hervir la nata, cuando empiece a hervir, la vertemos sobre la cobertura de chocolate troceada y removemos hasta que se derrita. Dejamos que enfríe y cuando esté aproximadamente a unos 30ºC, glaseamos el bizcocho colocándolo sobre una rejilla.

 

Aunque la tarta Sacher no suele llevar decoración, yo la he rematado con unas grosellas y un par de flores de buganvilla.
Un consejo: intentad controlar vuestro deseo de chocolate y dejadla para el día siguiente. Los sabores habrán asentado y estará aún más rica.

Y después de visitar Austria, os recomiendo  que sigáis viaje para ver el resto de recetas de este #TSviajero. Pinchad AQUÍ